Tratados Torrijos-Carter de 1977

Tratados Torrijos-Carter de 1977


7 de septiembre de 1977

Firma de los Tratados Torrijos-Carter 

Un 7 de septiembre, en el año de 1977, el general Omar Torrijos Herrera, jefe del gobierno panameño en aquel momento y el entonces presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, plasmaron la firma que permitió, que Panamá obtuviera el control absoluto de la vía interoceánica y su plena soberanía. Con aquella este acuerdo se logró la derogación del tratado Hay Bunau Varilla en 1903, que permitía a Estados Unidos mantener el enclave colonial conocido como "Zona del Canal", una gran base militar que operaba como " un país dentro de Panamá" en la que los panameños estaban sometidos a las leyes y gobierno estadounidenses pese a ser territorio nacional.

La vuelta del territorio de la exZona del Canal  a manos panameños fue el resultado de una lucha generación e histórico, con heridos y fallecidos. Su punto cúlmine fue el 9 de enero de 1964, fecha en la que tuvo lugar una insurrección popular tras la destrucción dela bandera nacional y la represión contra los estudiantes del Instituto Nacional, que buscan izar la bandera en la Zona del Canal.

El Tratado Torrijos Carter consta de un preámbulo, de catorce artículos, un anexo y un acta; y el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá.

El 31 de diciembre de 1999, como lo establecía el tratado, el Canal pasó formalmente a manos panameñas y salió el último soldado estadounidense del país.

Antecedentes

A partir del rechazo definitivo de los proyectos de Tratados Robles-Johnson, el nuevo gobierno panameño decide iniciar negociaciones para concretar un tratado que cumpliera con sus expectativas. Estas negociaciones inician en junio de 1971 (Ortega, 1989:73).

Estas primeras negociaciones no dan el resultado esperado para Panamá, pues todavía entonces se trata este tema en el estricto plano binacional, donde Panamá no contaba con la suficiente fuerza para lograr los términos que propone y la oferta estadounidense seguía siendo inaceptable, ya que en este punto era dónde se daba un giro a las negociaciones buscando el apoyo internacional, en un principio de los países vecinos como Colombia, Venezuela y Costa Rica, cuyos presidentes simpatizaban con la causa panameña. También se buscó apoyo en los congresos internacionales y se elevó el tema a foros como la Organización de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, así como a los países miembros del Movimiento de No Alineados (NOAL).

Para los presidentes estadounidenses, tradicionalmente, las negociaciones con Panamá sobre un nuevo tratado nunca fueron prioritarias. No es hasta septiembre de 1969, nueve meses después de iniciado su primer período presidencial, que Richard Nixon autoriza un estudio de opciones diplomáticas para las negociaciones del Canal de Panamá y otro al Departamento de Defensa sobre cómo asegurar la defensa del mismo (Kissinger, 1999: 112-3).

Un ejemplo de la falta de compromiso del presidente Nixon en concretar las negociaciones es que en junio de 1970 toma una decisión que obstaculizaría significativamente las negociaciones al menos por los dos años siguientes: el día 5 de ese mes emite el Memorando de Seguridad Nacional 64, mediante el cual tomaba decisiones cruciales para la negociación con Panamá. Entre los puntos más importantes y conflictivos de dicho memorando se pueden señalar: que las negociaciones formales no deberían iniciar, de preferencia, antes de inicios de 1971 (después de efectuadas las elecciones senatoriales de 1970); que no eran negociables el control efectivo de Estados

Unidos de la operación y defensa del canal y la continuación de dicho control por un largo período de tiempo, de preferencia con final abierto. Esta decisión del presidente Nixon era desconocida para los panameños quienes estaban preparando el rechazo formal y definitivo de los tratados de 1967, que no servían, en su opinión, ni como base para iniciar nuevas negociaciones (Jaén, 2005: 78-80).

 El resultado inmediato y tangible de los retrasos en las negociaciones y del apoyo internacional que Panamá logró, es la realización en marzo de 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU en Panamá. En ese momento este país era miembro no permanente del mismo en representación de América Latina. Entre las particularidades históricas de esta reunión cabe señalar que era la segunda vez que se realizaba este tipo de reuniones fuera de la sede en New York, la primera había sido en febrero de 1972 en Etiopía, y que el tema central de la misma fue el problema de las negociaciones del Canal de Panamá (Fitzgerald, 2006:140-141).

En preparación de esta reunión del Consejo de Seguridad en Panamá, los Estados Unidas preparan una Aide Mémoire a todas sus embajadas en Latinoamérica en cual explicaban su punto de vista y la historia resumida de las negociaciones. El propósito de este documento era que sus misiones diplomáticas tuvieran la información para tratar el tema en la región, que por la cobertura mediática y el “peregrinaje internacional de Torrijos” estaba anuente del caso de Panamá y mayormente apoyó su reclamación (Archivo RREE, Tomo III).

La propuesta de resolución sobre el tema específico del Canal, para que Estados Unidos devolviera esos territorios y el manejo de la vía, fue vetada por Estados Unidos, Inglaterra se abstuvo pero los otros miembros del Consejo votaron a favor.

Posteriormente se aprobaría el 21 de marzo la resolución 303 en términos mucho más generales y sin mencionar países ni casos específicos, pero asiendo referencia a la “soberanía de los países sobre sus recursos naturales”, lo cual se relacionaba con el caso de Panamá, ya que su postura sobre el tema siempre fue que su principal recurso natural es su posición geográfica.

Este logro de la diplomacia panameña tuvo una repercusión positiva en el avance de las negociaciones, siendo la mayor prueba de esto la Resolución Tack-Kissinger de 1974 dónde se acuerdan los 8 puntos clave que serían la base para las negociaciones futuras que terminarían en los tratados Torrijos-Carter (Jaén, 2005: 249-287). Lo más importante de esta declaración es que se acepta anular la Convención de 1903 y todas sus enmiendas, eliminar el término “perpetuidad” y la terminación de la jurisdicción de Estados Unidos en el territorio panameño. En gran medida por los problemas internos y externos de Estados Unidos, además de las discrepancias entre los militares estadounidenses y los diplomáticos panameños se vieron estancadas las negociaciones. Estas no serían retomadas hasta después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 1976 (El País, No habrá acuerdo hasta las elecciones presidenciales USA. 5 de mayo de 1976).


Acuerdo Tack-Kissinger de 1974

En agosto de 1974, y a raíz del escándalo interno de Watergate, el presidente Nixon renuncia asumiendo la presidencia de Estados Unidos el vicepresidente Gerald Ford, quién sería el tercer presidente estadounidense en estar involucrado en las negociaciones con Panamá desde 1964.

Inmediatamente el Secretario de Estado de Estados Unidos, Henri Kissinger, envía un mensaje urgente al canciller panameño para asegurarle que esta transición no afectaría las negociaciones y le confirmaba que la pronta finalización de dicho tratado era una de sus prioridades (Jaén, 2005: 302-3). Pero a nivel interno, Kissinger señala en una reunión ultra secreta del Consejo de Seguridad Nacional que “los ocho principios son solo trivialidades deliberadamente hechas adrede para satisfacer a ambas partes” (Jaén, 2005: 288). Esto es sólo una demostración más de la falta de compromiso real de concluir negociaciones por parte del gobierno estadounidense, que la pronta resolución de este tema no era algo prioritario y que sólo buscaban apaciguar los ánimos panameños para seguir dilatando las negociaciones formales.

El mismo Kissinger señala en sus memorias que era muy real la posibilidad que no se concluyeran las negociaciones en 1975 y de ser así, no se completarían hasta después de las próximas elecciones presidenciales de 1976 (Kissinger, 1999: 716). Lo que llegaría a cumplirse. De hecho, las negociaciones sobre el Canal de Panamá fueron tema central de las elecciones presidenciales estadounidenses de 1976, tanto para republicanos como demócratas.

Después de las elecciones de noviembre de 1976 en Estados Unidos en las que Jimmy Carter resulta vencedor, son finalmente reanudadas las negociaciones el 14 de febrero de 1977 (Fitzgerald, 2006:148-149).

Jimmy Carter en las elecciones a presidencia de 1976

Firma del Tratado Torrijos-Carter 


Firma de los Tratados Torrijos-Carter en la sede de la OEA

Después de arduas negociaciones, el 7 de septiembre de 1977 tuvo lugar en la sede de la OEA en Washington la firma del Tratado del Canal de Panamá y el Tratado concerniente a la neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá, mejor conocidos como Tratados Torrijos-Carter, llevada a cabo entre Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter. Al evento acudieron representantes de 27 naciones del hemisferio, entre los cuales había 18 jefes de estado. Cabe destacar que los únicos mandatarios extranjeros que apoyaron principalmente a esta negociación fueron Carlos Andrés Pérez (Venezuela), Alfonso López Michelsen (Colombia), Daniel Oduber (Costa Rica) y José López Portillo (México), siendo este apoyo de vital importancia para el éxito de los Tratados Torrijos - Carter.

De regreso en Panamá, Torrijos convocó un plebiscito para ratificar los tratados, a realizarse el 23 de octubre. El plebiscito tuvo una oposición en la que estuvieron grupos políticos desplazados del poder político, de la democracia cristiana y sectores de la extrema izquierda. La Federación de Estudiantes de Panamá (FEP) y la Central Nacional de Trabajadores, exhortaron al apoyo a los Tratados expresando, que si bien no liquidaban inmediatamente el enclave colonial, sí ponía fin al mismo. Advirtiendo que el peligro de una intervención es un delito internacional y nunca puede ser un derecho de ninguna potencia. Las fuerzas populares no conforme con lo pactado, valoraron lo esencial y coincidían con Torrijos en la lucha y vigilancia continuada por su cumplimiento y para impedir futuras intervenciones de Estados Unidos en Panamá. Había un duelo entre consignas como "panameño si votas sí estarás traicionando a la patria, a la lucha histórica de tu pueblo, a tus mártires y a la esperanza de tus hijos" o "panameño, si votas no será no al paraguas del Pentágono, no al derecho de intervención, no al canal norteamericano" (ambas por el no). Al final, 506.805 panameños salieron a votar y de los cuales el 67% votó por el sí, con lo cual quedaron ratificados los tratados por parte de Panamá.

En Estados Unidos, a pesar de una intensa oposición (principalmente por parte de sectores conservadores), el senado aprobó el Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá el 16 de marzo y el Tratado del Canal de Panamá el 18 de abril. Los instrumentos de ratificación fueron intercambiados el 16 de junio en Ciudad de Panamá y los tratados entraron en vigor el 1° de octubre de 1979.

Estados Unidos conserva dos prerrogativas hasta que expire el contrato: el derecho de hacer funcionar el Canal, disponiendo de las aguas y las tierras necesarias, y la responsabilidad primordial de su defensa. La administración de la vía interoceánica y sus instalaciones, confiada a la Comisión del Canal de Panamá, organismo público estadounidense regido por la legislación de Estados Unidos y dirigido por nueve miembros (cinco estadounidenses y cuatro panameños, todos nombrados por las autoridades de Estados Unidos, que también tienen el poder de revocarlos).

Saludo de mano de Omar Torrijo y Jimmy Carter

Post-Firma de los Tratados Torrijos-Carter 

Luego de la firma de los Tratados los equipos negociadores adoptan la fórmula de realizar dos tratados independientes que en su conjunto se conocen como Tratados Torrijos-Carter, pero en estricto sentido son el Tratado del Canal de Panamá y el Tratado sobre la neutralidad permanente del Canal de Panamá. El primero que pone fin al tratado de 1903, que elimina la Zona del canal desde el momento de entrada en vigencia y que pone fin al manejo estadounidense del Canal de Panamá y la permanencia de las bases militares en Istmo el 31 de diciembre de 1999 a medio día. El segundo tratado es concerniente a la neutralidad permanente del canal a partir del año 2000 que deja a Panamá bajo el paraguas protector del Pentágono pero, como el mismo Omar Torrijos señalaba, ya medio mundo se encontraba bajo ese paraguas (Madrid, 3 de octubre de 1977).

En Panamá el proceso de ratificación se realizó de acuerdo a lo contemplado en la constitución política de 1972 que incluía una consulta popular mediante referendo. El pueblo panameño aprobó, por dos tercios, estos tratados el 23 de octubre de 1977 (Ortega, 1989:79).

El proceso de ratificación por parte del Senado estadounidense fue un proceso complicado que incluyó enmiendas al tratado de neutralidad que no fueron consultadas ni aprobadas por el pueblo panameño, como establece la constitución. Las enmiendas a este tratado fueron finalmente aprobadas por la Cancillería panameña, ya que si no lo hacía el Senado de Estados Unidos no aprobaría el Tratado del Canal. El anuncio oficial de la ratificación fue efectuado el 18 de abril de 1978. El canje de instrumentos de ratificación se efectuó en Panamá el 16 de junio de ese mismo año y dichos tratados entraron en vigencia el 1 de octubre de 1979 (Fitzgerald, 2006:73-76).

A partir de esta entrada en vigencia cambió todo lo relacionado con el Canal de Panamá. Estados Unidos empezó a revertir al control panameño ciertos sectores de acuerdo a un cronograma detallado establecido consensuadamente por ambas partes.

De la misma forma la administración del canal se volvió mixta, siendo nombrado un sub-administrador panameño hasta 1989, ya que a partir de 1990 la administración sería panameña y la sub-administración estadounidense hasta el fin del tratado en 1999. Este calendario de “traspaso” de propiedades y responsabilidades demostró ser muy inteligente, aunque fuera muy criticado en su momento debido a que en Panamá se consideraba que el período de transición era muy largo. A partir del año 2000 el Canal ha estado mejor que nunca aumentando sus ingresos y el trafico a través del mismo, a la vez que han disminuido los tiempos de espera para el cruce y la cantidad de accidentes en su operación (Oppenheimer, 2006). 

Tratados que se firmaron en 1977

Los tratados, que comprometían a que ambos países acordaran en forma amistosa y cooperativa el proveer de una buena administración, operación y mantenimiento adecuado a tal obra de ingeniería, están compuestos por:

El Tratado Torrijos-Carter que consta de un preámbulo, catorce artículos, un anexo y un acta; y el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá.

Tratado del Canal de Panamá

Las disposiciones del tratado se resumen en 4 grandes aspectos:

·        Soberanía: se reconocía la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal, la cual   quedaba sujeta a la legislación panameña pasándose a llamar Área Canalera. Sin embargo, Panamá le otorgaba a Estados Unidos los derechos necesarios para operar el Canal, que quedaría en manos panameñas el 31 de diciembre de 1999.

·        Administración del Canal: estaría a cargo de una agencia del gobierno de Estados Unidos llamada Comisión del Canal de Panamá, cuya junta directiva estaría integrada por 5 estadounidenses y 4 panameños, todos nombrados por Estados Unidos.

·        Defensa del Canal: Ambas naciones se comprometían a defender y proteger el canal, con Estados Unidos teniendo la responsabilidad primaria durante la vigencia del tratado.

·        Beneficios económicos: Panamá recibiría de vuelta el 60% de las tierras e infraestructuras de la zona (entre ellas el ferrocarril, los puertos de Balboa y Cristóbal y el Fuerte Gulick, sede de la Escuela de las Américas) así como 10 millones de dólares por servicios públicos en las áreas devueltas y una suma de dinero proporcional de los peajes de los barcos en tránsito por el canal.

Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá

Este tratado (que no tiene fecha de vencimiento) estipuló que el canal sería permanentemente neutral pero advirtió que si por cualquier razón los barcos de Panamá o de Estados Unidos debían pasar antes, tendrían el paso inmediato. Según Torrijos este Tratado colocaba a Panamá “bajo el paraguas del Pentágono”.



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